Los beneficios de los productos más naturales: cosmética vegana
Hace unos meses en nuestro artículo sobre “Cosmética ecológica” os hablábamos de las ventajas de utilizar productos sin componentes nocivos para la salud. Este tipo de maquillaje es respetuoso tanto con nuestro cuerpo como con el medio ambiente. Al no utilizar compuestos químicos, cuidamos la piel y la alejamos de sustancias altamente contaminantes como el petróleo y los metales pesados. Hoy damos un pasito más en ese cuidado de la naturaleza con la cosmética vegana.
Tal vez no acabemos de entender todos los nuevos términos que han aparecido recientemente alrededor de los productos biológicos, por lo que para empezar realizaremos un breve resumen de lo que significa cada uno.
Cosmética vegetariana
Las personas que siguen la corriente vegetariana rechazan consumir productos cárnicos, pero sí aceptan los derivados de los animales. En el caso de la cosmética ocurre lo mismo, los cosméticos vegetarianos son aquellos que no incluyen componentes animales, pero sí sustancias que provienen de ellos como la cera de abeja o la lanolina.
Cosmética “cruelty free”
Este tipo de productos no son testados en animales. Si podemos leer la etiqueta “cruelty free” o aparece alguno de los logos de organismos que garantizan la no experimentación animal, significa que con ese producto no se ha llevado a cabo la vivisección (método de investigación que utiliza animales vivos).
Se calcula que al año mueren casi medio millón de animales como consecuencia de estas prácticas. Es por eso que cada vez son más las marcas cosméticas concienciadas con esta causa. Desde firmas asequibles como Kiko Milano hasta otras con precios más elevados como Urban Decay o Nars se han negado a probar sus productos en animales.
Cosmética vegana
La corriente vegana surge del vegetarianismo. Las personas veganas rehusan tanto los ingredientes animales como todos los productos en cuya fabricación haya intervenido algún componente de origen animal. No pueden llevar por tanto ropa de seda o lana, consumir alimentos como huevos y miel, ni utilizar brochas y pinceles de pelo natural.
La cosmética vegana está producida exclusivamente con elementos vegetales. Con la utilización de estos productos reducimos al límite la probabilidad de sufrir problemas en la piel. Esto es especialmente interesante en los casos de pieles sensibles y delicadas. Además, son hipoalergénicos y respetan al 100% la naturaleza de nuestro cuerpo y nuestro entorno.
Por otra parte, si bien es cierto que la regulación europea ha restringido la experimentación con animales, muchas marcas han comenzado a realizar estos exámenes fuera de la zona de la UE. La cosmética vegana garantiza que esta normativa se cumple y que los productos en ningún caso han sido testados en seres vivos.
Hace un tiempo era complicado encontrar este tipo de productos, pero los podemos encontrar cada vez más en los escaparates. ELF, por ejemplo, elimina los componentes derivados de los animales y los reemplaza por sustitutos sintéticos. NYX va aún más allá con productos que, además de veganos, son sin gluten. Lush es otra de las marcas ecológicas más importantes, el 80% de sus productos son veganos y el 20% restante vegetarianos. Por último, un caso interesante es el de la marca española Ami Iyök que produce cosméticos veganos en un packaging biodegradable y reutilizable.
¿Qué opinas tú de la cosmética ecológica? ¿Has incluido ya alguno de estos productos como imprescindible en tu maletín?