Cuando el cine tiene a la fotografía como protagonista: Películas para fotógrafos indispensables
Hay películas para fotógrafos que no puedes perderte. Compartimos contigo las principales.
La ventana indiscreta, 1954
El clásico film de Alfred Hitchcock tiene como personaje principal a un famoso fotoperiodista, interpretado por James Stewart. Este reportero, lesionado mientras fotografiaba una carrera de coches, se ve obligado a permanecer en su casa con la pierna escayolada durante el caluroso verano.
Como buen fotógrafo tiene una curiosidad sin límites, por lo que para mitigar el aburrimiento decide observar a sus vecinos a través de la ventana de su apartamento que da al patio interior del edificio. Para ello se sirve de unos prismáticos o el objetivo de su cámara Exakta Varex VX, a través de la cual se entromete en la vida de un compositor, una bailarina y un vendedor de joyas entre otros.
El problema llega cuando nuestro protagonista sospecha acerca de un asesinato. La película retrata a la perfección la paciencia del profesional de la fotografía, su capacidad de observación y esa búsqueda constante de algo nuevo.
Retratos de una obsesión, 2002
El oscarizado Robin Williams se mete en este film en la piel de Sy Parrison, un solitario dependiente de una tienda de revelado fotográfico. Cliente habitual de Sy es la familia Yorkin, a la que podríamos definir a priori como perfecta; una buena casa, un buen trabajo, amor familiar, dinero…
Lo que más desea nuestro protagonista es formar parte de una familia como los Yorkin, con los que se llega a obsesionar hasta tal punto que se imagina a sí mismo como “el tío Sy”. Por ello duplica todas sus fotografías y las utiliza para empapelar una pared de su casa, además de espiarles en su vida privada desde su coche. Pero no es oro todo lo que reluce. Descubre que Will Yorkin está engañando a su mujer con una compañera del trabajo, lo que le llevará a elaborar una cruda venganza.
En la película podemos ver todo tipo de máquinas fotográficas, desde cámaras deshechables hasta la Leica Minilux de la señora Yorkin, la Nikon Pronea de Will o la Minolta Freedom con zoom 150 del propio Sy.
Retrato de una obsesión, 2006
Con un nombre en español demasiado parecido al del film anterior, “Retrato de una obsesión” recrea los inicios de la célebre fotógrafa neoyorquina Diane Arbus desde un punto de vista fantástico e ilusorio. En la película podemos ver cómo una joven perteneciente a la clase acomodada de Manhattan, abandona su monótona y planificada vida para perseguir sus propios sueños.
Arbus trabajaba como asistente para su marido, un conocido fotógrafo de moda. Detestaba su mundo, el de los estereotipos y las apariencias, por lo que un día se deja llevar y acaba conociendo a un misterioso vecino que cubre su cara con una máscara. A partir de entonces su vida da un giro de 180º y emprende el camino de la fotografía marginal, ámbito en el que tanto ha destacado.
The bang bang club, 2010
Nos encontramos ante una película que roza lo documental. Relata la vida de cuatro fotógrafos de guerra durante la época del appartheid, concretamente a partir del momento en el que Nelson Mandela consigue la libertad tras veintisiete años de cautiverio y se inicia una guerra civil en Sudáfrica.
Se trata de un film muy fiel a la realidad que plasma el trabajo de Greg Marinovish, ganador del premio Pulitzer por la famosa fotografía en la que un hombre es quemado vivo; Joao Silva, que se vio obligado a retirarse durante un tiempo debido a las heridas que sufrió y que posteriormente perdió las dos piernas como consecuencia de una mina en la guerra de Afganistán; Ken Oosterbroek, ganador de un premio World Pres Photo que acabaría muriendo al ser alcanzado por una bala perdida; y Kevin Carter, el autor de la polémica fotografía en la que un niño famélico es acechado por un buitre.
Este último caso despierta uno de los debates que refleja la película, el de si el fotógrafo debe simplemente documentar los hechos o formar parte de ellos. Carter consiguió el premio Pulizter por esta imagen que se recrea en el film, pero las críticas le llevaron a una depresión que desembocó finalmente en el suicidio.
High Art, 1998
Syd tiene un trabajo decente como editora ayudante de una revista de fotografía, un buen novio con el que comparte apartamento en Nueva York… En definitiva, una vida normal. No obstante, todo cambia drásticamente cuando debido a un incidente doméstico conoce a sus vecinos del piso de arriba.
Lucy vive con su amante, Greta, en un torbellino de fiestas, drogas y alcohol. En otros tiempos fue una fotógrafa de éxito, pero sus adicciones le hicieron perder todo el prestigio y acabar en un pozo del que era incapaz de salir. Syd queda deslumbrada por los trabajos de Lucy e intenta ayudarla a volver a su antigua vida, iniciándose entre ambas una difícil relación que desemboca finalmente en un amor apasionado que les hace perder la razón.
Se dice que tanto la fotógrafa como las imágenes que se pueden ver en el film están inspiradas en la fotógrafa documental Nan Goldin, que se encargó que inmortalizar el decadente Nueva York de los años 80.
La vida secreta de Walter Mitty, 2014
La fotografía es la columna vertebral de este ramake del film original de 1947. El personaje principal es un fotógrafo de la famosa revista Life, un hombre con una vida monótona que se refugia en su imaginación para huir de su realidad. Ve la oportunidad perfecta para abandonar la rutina cuando el fotógrafo principal de la publicación le envía todos los negativos de su último viaje excepto uno, el número 25.
Decide entonces embarcarse en una gran aventura para recuperar este fotograma, emprendiendo un viaje por Groenlandia, Afganistán e Islandia. Encuentra finalmente a Sean o’Connell, el fotógrafo, que se encuentra en una montaña intentando inmortalizar con su Nikon F3T a una especie de leopardo muy difícil de ver. Cuando aparece y no pulsa el disparador, explica su decisión de esta manera: “A veces no lo hago. Si me gusta el momento prefiero que la cámara no me distraiga. Simplemente quiero formar parte de él.”
Como curiosidad diremos que la fotografía culpable de la historia es real. Su autor es Marcus Bleasdale, fotógrafo de National Geographic. Además, en la película podemos ver también algunas míticas portadas de Life, entre ellas la de John Lennon.
La maleta mexicana, 2011
Terminamos nuestra selección de películas para fotógrafos con un documental acerca de las tres cajas con más de 4.000 negativos que desaparecieron como consecuencia del inicio de la Segunda Guerra Mundial en París. No se volvió a saber de ellas hasta el año 2007, cuando fueron encontrados en un apartamento de Ciudad de México.
David Seymour, Gerda Taro y Robert Capa, considerados en la actualidad grandes figuras del fotoperiodismo, eran entonces tres jóvenes que se vieron obligados a abandonar sus respectivos países debido a los regímenes fascistas que en ellos gobernaban. Coincidieron en la capital francesa y decidieron viajar hasta España para retratar los horrores de la Guerra Civil.
La conocida como “Maleta mexicana” acabó extraviándose, pero por suerte todo este material histórico fue recuperado setenta años más tarde.
¿Nos hemos dejado alguna película para fotógrafos que consideres importante? ¡Queremos saberlo!