El flash de mano multiplica tus posibilidades
Ya sabemos que existen tres tipos de flashes que podemos añadir a nuestro equipo fotográfico. En esta ocasión, analizaremos más específicamente los diversos usos del denominado flash de mano, complemento necesario e imprescindible y que puede ser de gran utilidad en reportajes sociales, fotoperiodismo, moda o retrato; o como complemento a una luz ya existente.
Dependiendo de qué trabajo fotográfico vayamos a realizar, tendremos en cuenta dos aspectos con respecto a nuestro flash de mano: que trabaje en modo manual o en automático.
Si es manual, todas las funciones tendremos que modificarlas en el propio flash. Es una muy buena opción si no tenemos experiencia con esta herramienta. Nos ayudará mucho a comprender el funcionamiento del aparato y los resultados que podemos obtener. El modo automático tiene un uso más sencillo, y en él podremos variar los parámetros a distancia, mediante el control remoto, denominado trigger. Para situaciones en las que no haya mucho tiempo para parar, es la mejor opción. Son idóneos para cubrir deportes, realizar bodas o reportajes. El destello del flash a poca potencia puede durar 1/20.000 segundos, lo que hace imposible que se te escape cualquier sujeto en movimiento.
Los flashes de mano concentran la luz y son potentes. Se puede optar por dirigirlos directamente al sujeto o hacia otra superficie para rebotar la luz. También puedes elegir la dureza la luz tal cual se emite del flash o suavizar y difuminar la luz usando una caja de luz. En el caso de preferir rebotarlo, los flashes suelen incorporar una pequeña tarjeta blanca más conocida como pestaña de brillo ocular que delimita el efecto del flash hacia un lugar concreto y logra que un brillo característico en los ojos del modelo sin perder esa luz rebotada por ejemplo, en el techo.
El sistema TTL se pone en marcha cuando se conecta el flash de mano directamente a la cámara. Así, se realizan cálculos conjuntos entre la cámara y el flash sobre la iluminación de la escena. No obstante, no se trata de una ciencia exacta. Tendrás que probar varias veces para valorar los diferentes resultados. Podrás compensar la luz que emite tu flash, en algunos casos hasta 3 puntos. Utilizando este modo, es recomendable que indiques en tu cámara la medición ponderada al centro o promediada; ya que ofrecerá una mejor medición.
Normalmente, los flashes de mano incorporan una opción que permite bloquear la exposición TTL para rehacer un encuadre. Es decir, que el flash mide la cantidad de luz que necesitará toda la escena y después tú puedes decidir qué posición ocupan los sujetos en tu fotografía.
La velocidad máxima de sincronía entre tu cámara y el flash de mano es aproximadamente de 1/200. Aunque esto no es un valor muy alto, existe la opción de activar la opción alta velocidad de sincronía, gracias a la cual, el flash lanza destellos muy rápidos y breves durante la captura de la imagen. Esto se convierte en una opción para tus fotografías en las que podrás tener enfocado un sujeto, desenfocando un fondo y que el fondo no salga sobreexpuesto.
Las oportunidades de mejorar nuestras fotografías son infinitas con el uso del flash de mano, sin duda.