Colodión húmedo, la fotografía más tradicional
Antes de que Russell Kirsch tomara la que es considerada primera imagen digital en el año 1957, ya existía la fotografía desde hacía más de un siglo. Entre la época de Nicéphore Niépce, y las cámaras instantáneas se han sucedido a lo largo de la historia diferentes técnicas y procedimientos de fotografía primitiva. Hoy hablaremos de uno de ellos: el Colodión húmedo, muy utilizado durante la segunda mitad del siglo XIX.
La invención de esta técnica, se le adjudica a Gustave Le Gray alrededor de 1850, y posteriormente fue perfeccionada por Frederick Scott Archer con su artículo para la revista The chemist.
Como su propio nombre indica, este método se basa en la utilización de colodión, una especie de barniz descubierto por Louis Menard tan solo unos años antes. Se trata de una solución de nitrocelulosa en una mezcla de alcohol y éter. En definitiva, la técnica consistía en el vertido de este líquido en placas de vidrio.
Para obtener resultados nítidos, era muy importante que estas placas estuvieran perfectamente limpias, sin manchas ni desperfectos como rayaduras o pequeñas fisuras. Recibe el nombre de “húmedo” porque debían permanecer húmedas durante todo el proceso, tanto en la toma, como en el revelado de las fotografías. Para trabajos en el exterior, esto obligaba a portar laboratorios portátiles en carruajes o a modo de tiendas de campaña para llevar a cabo la tarea.
Una vez vertido el colodión sobre la placa de vidrio, se mezclaba con el nitrato de plata para sensibilizabar una imagen que luego se fijaba. Su sensibilidad a la luz convierte al colodión en portador de ciertas sales que cuando entran en contacto con el nitrato de plata producen haluros fotosensibles. Para el revelado, solía utilizarse ácido pirogálico sobre el que posteriormente se aplicaba tiosulfato de sodio. Finalmente se cubría con algún tipo de laca para evitar el ennegrecimiento derivado del paso del tiempo.
El Colodión húmedo consiguió solucionar los principales problemas de las dos técnicas fotográficas más utilizadas en la época. Por una parte, ofrecía la posibilidad de realizar copias de las imágenes, cosa que el Daguerrotipo no permitía. Por otra, la calidad del resultado final era muy superior al de trabajos desarrollados mediante el Calotipo, que obtenía fotografías con una nitidez mucho menor.
La emulsión del colodión con el nitrato de plata era, asimismo, mucho más estable, y además logró reducir el tiempo de exposición a solo unos segundos y, con ello, los costes. Esto contribuyó a la popularización de la fotografía en la sociedad, especialmente entre la burguesía.
El Colodión húmedo fue puesto en práctica por célebres fotógrafos del momento, tales como J. Laurent, C. Clifford o A. Berger; el autor de la mítica fotografía de Abraham Lincoln, realizada siguiendo este procedimiento. Si bien es cierto que a finales del siglo XIX fue abandonada en aras del Colodión seco, una evolución de este mismo procedimiento en base a gelatino-bromuro; o la instantánea fotográfica, en la actualidad sigue con vida gracias a los trabajos de artistas como Michael Schindler y Alberto Gamazo (Señor Archer).
Recientemente vivió su auge gracias a Victoria Will con “Sundance Film Festival“, un proyecto en el que fotografió a diferentes actores y actrices mediante la técnica del Colodión húmedo. Si todavía necesitas más inspiración, te recomendamos visitar las redes sociales de Andreas Reh, Scott Basile o Gilles Clement ¡son puro arte!