La fotografía editorial es, en la actualidad, una de las más demandadas y una de las especializaciones que a más gente llega
La fotografía ha sido utilizada a lo largo de la historia como un medio para llegar al público. Se trata de una de las formas más directas y fiables de captar la atención de una persona. Es por eso que, desde los años 20, las grandes marcas de moda, comprendiendo la enorme importancia que el aspecto visual tiene a la hora de dar a conocer su trabajo, comenzaron a utilizar la fotografía editorial como medio para dirigir e impulsar el consumo a través de catálogos, revistas o folletos.
Desde entonces este tipo de fotografía ha experimentado un cambio importante y se ha convertido en una de las ramificaciones más demandadas e importantes del mundo audiovisual. Cuando hablamos de la labor del fotógrafo profesional especializado en moda es imposible evitar el retrato editorial, ese que llena revistas y que requiere una preparación y una formación específica. En esta especialización se hace aún más evidente la necesidad de dominar los aspectos básicos de la fotografía, la puesta en escena y los detalles que queremos destacar de la misma.
La fotografía editorial abarca producciones que van desde sesiones para revistas, suplementos y catálogos de moda. Cuando nos referimos a “editorial de moda” hablamos de aquellas sesiones en las que se busca contar una historia en la que destacamos las prendas y/o accesorios que queremos mostrar al público. Es imprescindible cuidar el estilismo y la dirección de arte. El editorial ha desarrollado, con el paso del tiempo y la transformación del mundo de la moda, una estética propia. Si bien es cierto que cada artista tiene su propio estilo, todos han de tener en cuenta que lo importante del género editorial es lo que se está mostrando: la vestimenta o los accesorios.
Un fotógrafo que se haya decantado por este área de la fotografía ha de conocer en profundidad las tendencias, los estilos y todas las nociones de moda posibles. Ha de saber adaptarse al cambio, pues se trata de un mundo en constante evolución y muy influenciado por las tendencias. Lo que hoy está en todas las pasarelas, revistas y sesiones de moda, mañana no tendrá ningún atractivo. Debe, por tanto, conocer en profundidad el sector y actualizarse constantemente bebiendo de las revistas y medios que publican el trabajo de sus compañeros.
El editorial de moda se basa en el estilismo que cada temporada de moda marca, que ha de resaltarse por encima de la modelo o del entorno. Conseguir una armonía entre todos los elementos que se captan es una de las funciones como profesional. La localización, por tanto, ha de estar cuidada, pero no debe destacar por encima de lo que queremos vender, sino que su papel es más bien complementar el tema principal. Desde grandes decorados, exteriores impresionantes hasta un simple fondo blanco. Todo ha de ser cuidado y diseñado con mimo y ha de estar estudiado hasta el último detalle.
La creación del editorial de moda atraviesa una serie de fases. La dinámica de trabajo ha de estar perfectamente establecida antes de comenzar. Esto, como suele ocurrir siempre, depende del propio artista y se hace más sencillo a medida que se gana experiencia y se va encontrando el estilo propio que nos va a definir como fotógrafos. Es fundamental que el fotógrafo trabaje con un equipo de confianza que conozca su estilo y manera de trabajar.
Preproducción
La finalidad del trabajo del fotógrafo profesional es plasmar una idea de la forma más adecuada. En fotografía editorial esa idea debe girar en torno a un encargo previo de las firmas y marcas de moda para las que trabajes. Por ello, es necesario analizar no solo el material con el que vamos a trabajar, sino el medio (y su estilo) en el que vamos a publicar nuestro trabajo. Esta parte de la preparación de un editorial es clave, pues tendremos que adaptar nuestro trabajo al estilo y la línea de esa revista.
Una vez estudiada y concebida la idea habrá que estudiar las necesidades de la sesión que se va a llevar a cabo y definir el concepto que vamos a plasmar. Se trata de un trabajo de producción en el que deberemos gestionar los recursos con los que podremos contar para realizar nuestra sesión y controlar el resultado final.
Producción:
Una vez cerrado el trabajo previo, es el momento de unir los medios y conseguir las fotografías. Para ello es importante medir bien la luz y jugar con ésta como os contábamos en el artículo de qué aspectos de la fotografía debemos tener en cuenta cuando trabajamos. La iluminación es una de las partes fundamentales de nuestro trabajo como fotógrafos, pues es lo que va a dar personalidad y alma a la imagen, es el alma de la imagen.
Post-producción:
Por último, otra parte fundamental que ayudará a obtener el resultado deseado es la postproducción digital. Para ello contamos con diferentes programas que nos podrán ayudar a pulir las imágenes. Este retoque fotográfico podrá ser llevado a cabo por el mismo fotógrafo o bien por un estudio externo de retoque especializado en la postproducción de fotografía de tipo editorial. Debemos intentar, siempre, conseguir el mejor resultado en la sesión de fotos para tratar de hacer el mínimo de cambios tras ella, partir de una buena toma siempre simplifica ella trabajo.
Si bien es cierto que se trata de un mundo en el que el acceso y, sobre todo, el éxito es complicado, no se trata de una misión imposible. La dedicación y el esfuerzo son claves para triunfar en esta disciplina en la que existe tanta competencia.
La fotografía de moda es una de las especializaciones más demandadas en la actualidad. Internet y las redes sociales se encargan, cada día más, de recordarnos que la fotografía de producto y la fotografía editorial están más vivas que nunca. Las marcas de moda buscan publicitarse más que nunca a través de Internet en anuncios, reportajes, catálogos y todo tipo de oportunidades. Si esta fotografía es tu pasión, éste es también uno de los mejores momentos para dedicarte a ello ya que hay muchas publicaciones tanto offline como online.