HABLAMOS CON EL FOTOPERIODISTA GORKA LEJARCEGUI, DESCUBRE EN ESTA ENTREVISTA SU MANERA DE ENTENDER LA PROFESIÓN
Con motivo del lanzamiento de la nueva convocatoria del Curso Especialista en Fotoperiodismo aprovechamos para entrevistar al fotógrafo Gorka Lejarcegui. El periodismo fotográfico como disciplina fotográfica está viviendo muchos cambios en la actualidad. Las nuevas herramientas digitales, los medios online y la globalización han cambiado por completo la manera en qué los fotógrafos se desenvolvían en este sector. Entrevistamos a Gorka Lejarcegui, reconocido fotoperiodista de nuestro país, para que nos de las claves y retos que afronta esta profesión.
¿Hacia dónde crees que se dirige la profesión de fotoperiodista y cuáles son las oportunidades que crees que están surgiendo. ¿ A qué retos crees que se enfrentará?
Uno de los grandes retos a los que se enfrenta ahora mismo el fotoperiodismo es la exclusividad y el sello de autor como forma de destacar en un mar infinito de imágenes y trabajos.
Vivimos rodeados de imágenes como nunca lo habíamos hecho hasta ahora, un mar de imágenes en constante actualización. Las noticias se fotografían y se difunden (comparten) de forma inmediata. Para las agencias de noticias e imágenes, la inmediatez es, junto con la calidad, un reto necesario. Pero más allá del fotoperiodismo inmediato, el gran reto es la elaboración de historias fotográficas exclusivas. Debemos perseguir historias que no sólo estén latentes en el periodismo de lo inmediato, pero que normalmente no se elaboran por falta de tiempo o porque la actualidad va en otra dirección. El resto de laos retos será elaborar estas historias con calidad, aportando el sello de autor para que destaquen en el mar de imágenes en el que vivimos.
Pero además, tenemos que mantener, al mismo tiempo, una posición abierta y valorar si el vídeo, la imagen en movimiento, añade valor a nuestro relato para, llegado el caso, incorporarlo a nuestro trabajo.
No es cuestión de volverse loco: se trata de fotoperiodismo, bien hecho, bien elaborado. Historias auténticas.
¿Cuál ha sido tú último proyecto y qué ha supuesto para ti a nivel profesional y personal?
Mi último proyecto ha sido el salto a la edición. Llevo año y medio inmerso en la edición de suplementos semanales. En la labor de edición es muy importante la comunicación con el fotógrafo, hacerle partícipe de cuál ha sido el punto de partida en la decisión de hacer un reportaje y, al mismo tiempo, escuchar sus propuestas para plasmar mejor el concepto que reside tras las fotos.
Una vez en el terreno, ¿cómo entra en conflicto lo que vives con tú moral y principios? ¿Estableces un diálogo interno cuando te involucras con todos tus trabajos?
Me parece importante mantener la coherencia con uno mismo. Mantenerse fiel a nuestros principios y saber digerir lo que estamos viviendo, asimilando la experiencia.
¿Qué significan o qué valor tienen para un fotoperiodista los premios del sector?
Un premio es siempre un reconocimiento a un trabajo bien hecho y resulta halagador; los premios más importantes suelen actuar además como trampolín para tener la posibilidad de hacer otros trabajos. Y eso es bueno para ir evolucionando y creciendo.
No voy a negar que yo mismo me he presentado a alguno. Recuerdo una ocasión en la que me presenté a uno con tres imágenes y resultó ganadora la que menos me gustaba de las tres que había presentado. Es decir, para bien o para mal, hay un jurado, unas personas que deciden bajo su punto de vista.
Reconozco que me ronda un dilema con respecto a los premios de fotoperiodismo: nuestro trabajo consiste muchas veces en mostrar los dramas humanos y la gente nos da acceso a su vida privada para que lo hagamos; ¿tenemos derecho a utilizar esas imágenes de su vida privada con el fin de lograr una recompensa económica?
¿Qué consejos le darías a alguien que quiera iniciarse en el fotoperiodismo?
Le diría que persiga su sueño, y sobre todo que estudie y se prepare. Es importante también mantener la curiosidad. También le aconsejaría que lo importante es ser un buen fotógrafo, antes que fotoperiodista. La formación es básica en cualquier profesión, y hay que seguir siempre avanzando.
Y sobre la profesionalización, que nunca olviden lo que decía Alfred Stieglitz: “Permítanme llamar la atención sobre uno de los errores más universalmente populares que tienen que ver con la fotografía: clasificar un trabajo supuestamente excelente como profesional y usar el término amateur para transmitir la idea de producciones inmaduras y excusar fotografías atrozmente pobres. De hecho, casi todo el trabajo más grande está siendo, y siempre ha sido hecho, por los que siguen la fotografía por el amor de ella, y no meramente para las razones financieras. Como su nombre indica, un aficionado es aquel que trabaja por amor; y visto en esta luz la incorrección de la clasificación popular es fácilmente evidente”.
Esperamos que os haya resultado interesante la entrevista con Gorka Lejarcegui y os ayude a aproximaros a una profesión que está viviendo una auténtica revolución.