La fotografía de bebé está cada vez más a la orden del día, pero dominarla tiene sus trucos
La fotografía newborn o fotografía de bebé está en auge. Son cada vez más los padres que buscan retratar ese efímero tiempo en el que sus retoños son tiernos bebés. Y, para eso, hay que darse algo de prisa, pues los niños crecen a una velocidad de infarto. Para este artículo hemos utilizado las fotografías de Deborah Cacciola, fotógrafa profesional especializada en New Born.
Por eso, son cada vez más los que acuden a profesionales que conocen todas las claves de la fotografía de bebé y pueden conseguir esa instantánea perfecta que les recordará -a ellos y a todo aquel al que quieran mandar las instantáneas- el inicio de la vida de sus pequeños. Y, son también cada vez más los que acuden a cursos especializados en fotografía newborn. Para ello el fotógrafo ha de tener en cuenta una serie de cosas imprescindibles en este tipo de fotografía.
En primer lugar hay que conseguir que tanto los padres como el bebé se sientan a gusto con nosotros. Tratar con un recién nacido no es sencillo, y menos conseguir de él lo que se busca en un estudio de fotografía. Por eso la cercanía de los padres y la construcción de un entorno familiar y acogedor será clave. Algunos profesionales utilizan ruido blanco que permite relajar al niño. Es importante también, aunque parezca algo secundario, mantener una buena temperatura para que el bebé esté tranquilo. Por eso, además, a veces conviene comenzar la sesión abrigando al pequeño.
En cuanto a la estética de la fotografía new born es importante destacar la tendencia cromática que se emplea. Suele tratarse de colores lisos, cálidos y claros que reflejen la inocencia y la tranquilidad que se busca conseguir en las fotografías -aunque un bebé sea completamente lo contrario a la tranquilidad. Los colores más empleados tanto en fondos como en la ropa que lleva el niño son los blancos, los rosas, los marrones y los grises. Colores que no destaquen demasiado pues lo que queremos resaltar es al propio bebé. Recuerda no complicarte demasiado, pues cuanto más sencillo sea más cómodo estarás tú como profesional y más a gusto se sentirá el bebé.
Para la fotografía Newborn o de bebés suelen recomendarse planos cercanos en los que se vea por completo el cuerpo del bebé, aunque también se encuentran primeros planos. Se suele buscar, además, resaltar el diminuto tamaño del niño y su inocencia cuando están dormidos. Suelen utilizarse objetivos entre los 50 y los 85 mm con una amplia apertura. Los contrapicados y las fotografías desde la misma altura que el bebé suelen ser los más empleados porque transmiten más cercanía al espectador, pero como artista debes aprender a encontrar tu marca y forma de trabajar.
Una de las cosas más importantes en esta especialización es, como ya hemos dicho, conseguir que el niño se sienta a gusto. Por eso se recomienda fervientemente evitar la utilización del flash de tu cámara, que puede deslumbrar al pequeño e, incluso, asustarle y conseguir que se eche a llorar. Por eso mismo se recomienda emplear el máximo de luz natural posible y, en todo caso, esticos o difusores de luz. Recordemos que el protagonista en la fotografía de bebé es, aunque parezca evidente, el propio niño. Por eso debemos utilizar fondos que no llamen demasiado la atención y conseguir convertirle en el centro de todo mediante, por ejemplo, el desenfoque.
Recuerda planificar bien la sesión antes de tiempo, pues una vez comience pueden pasar muchas cosas. La fotografía de bebé es una de las especializaciones más impredecibles, pero una vez sepas dominarla es también de las más gratificantes. Puedes conseguir un recuerdo precioso para muchas familias y dar rienda suelta a tu creatividad más dulce y tierna.
