Fox Talbot y el calotipo, antecesores de la fotografía moderna
Hoy nos remontamos a los inicios de la fotografía para hablar de una de las primeras técnicas fotográficas que han dado lugar a la fotografía contemporánea. Como fotógrafos profesionales, es necesario controlar y conocer la tecnología actual, pero para ser verdaderos expertos debemos saber de dónde vienen nuestras cámaras y cuál ha sido la evolución de este arte a lo largo de la historia. Una de las primeras técnicas que dieron paso a la fotografía contemporánea es la conocida como técnica del calotipo.
Daguerrotipo, el antecesor
Pero antes de hablar del calotipo, vayamos un poco más atrás. Viajamos hasta 1839, el año en el que nació en Daguerrotipo. Aunque ya se habían realizado ensayos de “fotografía”, este método fue el primero en anunciarse y conocerse oficialmente como tal.
El Daguerrotipo recibe su nombre por su inventor Daguerre, que lo perfecciono y desarrolló basándose en experiencias previas de otros autores como Niépce. Este proceso comenzaba con la preparación de una emulsión fotográfica, después se tomaba la fotografía y se revelaba. Con todo ello, esta técnica daba un paso más allá a la cámara oscura.
Este invento presentaba varios problemas, entre ellos su dificultad de captación del movimiento. Para capturar un retrato, se usaban todo tipo de mecanismos para sujetar al modelo, que tenía que permanecer inmóvil durante horas. Como era imposible que no cerrase los ojos, estos se pintaban después sobre la imagen.
Calotipo o Talbotipo
Debido a estos números problemas, la investigación de técnicas fotográficas continuó, hasta que nació la técnica del calotipo. Este método, a diferencia del anterior ofrecía la posibilidad de conseguir un negativo previo y no una imagen positiva única.
El calotipo fue un invento del lingüista, arqueólogo y químico Henry Fox Talbot en 1841. Su nombre viene del griego “Kalos” que significa “bello”, aunque también era conocido como Talbotipo, en referencia a su creador.
La principal ventaja de esta nueva técnica es que a partir del negativo que se obtenía de la fotografía, podrían realizarse infinitas copias positivas. El propio proceso vivió una evolución, ya que se desarrollaron diversas técnicas, aunque fue la patentada por Talbot en el 41 la que pasó a la historia.
El proceso consistía en tratar un papel con nitrato de plata y yoduro de potasio. Después este se exponía a la luz, ente 1 y 5 minutos, creándose una imagen poco visible. Una vez esta se secaba (negativo), se revelaba con la misma mezcla preparada al inicio y se fijaba con hiposulfito de sodio. Por último, el negativo se bañaba en cera derretida para obtener el positivo. Un proceso lago y costoso, pero que gran avance para la fotografía.
Pese a su importancia, ni el autor ni el público supieron ver la importancia de este invento. Por ello, no tuvo mucho éxito a nivel comercial. La gente prefería la nitidez que proporcionaba el Daguerrotipo, pese a que esta nueva técnica reducía el tiempo de exposición a tan solo 30 segundos.
A pesar de ello y como suele ocurrir, aunque esta técnica no obtuvo el éxito que merecía, lo cierto es que el calotipo es proceso que ha servido de base para la fotografía de nuestros días.